ICBLOG

Acuerdo “exitoso” y cambio en la perspectiva de mediano plazo para el país

04/08/2020 | Autor: Leandro Ziccarelli - Jefe de Research

Si bien todavía falta la confirmación y la llegada de los números oficiales, el Ministerio de Economía anunció esta madrugada que el rumor que corrió ayer en la city porteña tenía fundamentos reales: se logró un acuerdo con los 3 grandes grupos de acreedores que faltaban.

El mismo se materializó a través de una mejora en los calendarios de pagos (adelantamiento) de intereses y amortización de capital, sin que se modifiquen las quitas nominales o los intereses a pagar. El acuerdo se generaría en torno a los USD 55 VNP por cada 100 de valor nominal.

Vale recordar que el Gobierno ya había cerrado una adhesión del 35% con el resto de los acreedores no agrupados detrás de estos fondos. A esa proporción se le sumarían ahora entre 50% y 60% más de tenencias, lo que daría niveles de aceptación muy buenos que permitirían activar las Cláusulas de Acción Colectiva y realizar el canje de manera total, sin dejar Holdouts y evitando futuros problemas legales.

En ello reside, justamente, la bondad del acuerdo logrado. Indistintamente de los números, el Gobierno se encamina a cerrar un acuerdo muy seguro en términos legales y que le permite despejar definitivamente el problema de la deuda en el corto plazo. Esto es porque la nueva estructura de pagos reconoce 1 año de período de gracia con lo que, de sellar el acuerdo implícito que hay con el FMI, Argentina tiene por delante un frente externo muchísimo más alentador.

Ampliando un poco el espectro de análisis, la principal buena noticia no es sólo el acuerdo en sí, sino también lo que viene para el país: tomando una exit yield de 10%, una vez entregados los nuevos bonos el Riesgo País debería retroceder un 50% (cerca de 2 1.000 pb) y retornaríamos a una prima de riesgo del orden de los 1.000 puntos. Incluso, considerando los rendimientos que hay a nivel global, un rendimiento del 10% para un país emergente que no tiene compromisos en el corto plazo luce más que tentador y hace pensar que podemos ir aún a rendimientos menores. Eso es lo más alentador: el canje modifica el upside de mediano plazo para los activos argentinos. Despejado ese problema, muchos fondos e inversores podrán volver a apostar por activos argentinos. Esto no significa que vayamos hacia una “lluvia de inversiones”, ni que hayamos recuperado el acceso al crédito internacional, nada más lejos de eso. Pero efectivamente es un paso adelante en esa dirección y, de hecho, el paso más importante que había que dar.

En conclusión, para Argentina el canje sería “exitoso” más por el nivel de aceptación y el período de gracia logrado, que por el VPN pagado. Sin financiamiento externo en el mediano plazo, el problema estructural persiste. Por ello, es fundamental que se entienda esta circunstancia como un proceso hacia ese objetivo y no como algo definitivo. Todavía resta mucho para normalizar el mercado local, acomodar las finanzas públicas y recuperar la solvencia de la deuda pública. Pero no cabe duda que sin el canje resuelto, no se podía avanzar en ninguno del resto de los frentes.